sábado, 19 de abril de 2014

Ayer 18 de Abril, Viernes Santo, Dios nos regaló un bellísimo atardecer, y que hoy quiero compartir con vosotros y se lo dedico a él, Jesús, por todo lo que tubo que pasar para demostrar que era el hijo de Dios, y que la muerte realmente no existe. Tan sólo es un paso a otra dimensión, digámoslo así. Así que va por ti, querido Josuha.












Las imágenes son montaje de cuatro fotos, montadas después con el fotomerge del  Photoshop. Voy a poner dos panorámicas, una de cuando se estaba marchando el sol, donde predomina el amarillo y naranja, y después de marcharse este, donde los rojos engalanan el cielo. Espero que os guste, y se agradece vuestros comentarios. Un abrazo para todos los que pasáis.

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